innombrable

Ahi estas, de nuevo, carente de luz
¿Qué denso remolino de bufones surfeadores burlones
bailan sobre la espuma que taladra tu cúbica cabeza?
¿Por qué disfrutas vastardeando mi paz cada vez que te acercas?
Necio: quemaste tu otoño pesebre
cuando te desayunaste sin masticar el corazón,
y ahora supuras tu maloliente autoestima.
Afilas tus dientes y sales con tu guadaña cada mañana.
Por la noche la úlcera en tu alma derrama su líquido bizcoso
sobre tus encías grotescas cada vez que dejas de beber.
Obsoleto vinagre. Fantasma agrio.
El frustramiento que emanas te convierte en agujero negro.
Estas solo en el vacío.
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario